El límite con el ambiente glaciario puede ser “difuso”, pero el límite con el ambiente no periglacial esta claramente marcado por los siguientes indicadores importantes:
Ocurrencia de permafrost en profundidad, o suelo congelado permanente, y posible presencia de hielo subterráneo entrampado y preservado bajo condiciones naturales por largo tiempo, constituyendo así el elemento decisivo del ambiente criogénico;

Dominio del proceso de congelamiento, con ciclos de congelamiento y descongelamiento que afectan a las rocas y a la parte superior del suelo
